¿Por qué no escribís de la milanesa? Me sugirió Daniela cuando comencé a escribir sobre el origen de los platos de Zoí. Bueno porque me parece que es muy fácil: la milanesa viene de Milán y la trajeron los inmigrantes italianos al sur de América y cuando es a la napolitana es porque uno de esos inmigrantes napolitanos le puso su toque de gracia y así.
Pues No, no solo no es tan simple, sino que casi todo lo que sabemos de la milanesa no tiene nada que ver con sus orígenes, parafraseando a Caterina Notargiovanni , como las recetas no tiene ADN , hay que entrar en investigaciones titánicas.
Comencemos por lo básico: en Milán no existe un plato llamado Milanesa – cuanto menos existirá Milanesa a la Napolitana, que sería todo un desatino .Luego, todas las definiciones de milanesa incluyen “filete de carne fino”, pero en Mil'an, lo más parecido es una “ costolleta alla milanese” es decir, una costilla empanizada.
Estando todos de acuerdo en que, si bien una milanesa es obviamente de carne vacuna, con el tiempo se le han hecho variaciones totalmente aceptadas: “milanesa de pollo”, “milanesa de pescado”, “milanesa de berenjenas…” por lo tanto, aquí la historia seria del empanizado, más que de la milanesa en sí.
A pesar de que los austriacos y los franceses pelean su invención, estos últimos aseguran que se llamaba “ Cotollet a la Revolución Francesa” peor en mi humilde opinión, la pelea la ganan los italianos, ya que el primer registro escrito de una receta de empanizado data de 1134, como parte de un menú ofrecido por un ábate para la fiesta de San Sátiro que incluía Lomo empanizado.
Ahora bien, volvamos a la milanesa como plato, esa que todos definen como “ finita y tierna” y que claramente no proviene
de Milán, pero nos fue heredada de inmigrantes italianos, ha sido muy bien acogida y perfeccionada por estas tierras de Sudamérica , al punto de casi , casi , convertirse en plato típico de Uruguay y Argentina.
Por rica, versátil y alimenticia, es parte importante de nuestra dieta y de nuestra cultura, no tiene clase social, ni límite para sus variaciones y acompañamientos, por lo tanto en Zoí no podíamos dejarla de lado, al contrario, nos hemos avocado a perfeccionarla al gusto de nuestros clientes más asiduos.
El resultado es que es uno de nuestros platos “estrella” y nos hemos permitido adentrar en la historia agregando “aditivos” a la mezcla del empanizado: semillas de lino, sésamo y zapallo, generando un producto “crujiente y suave”, muy sano y apetitoso.
La hacemos horneada, de entrecot, de pollo o de berenjenas, de cotoletta, por ahora no , por mas variación que tengan , son milanesas sureñas!
Acercate a probarla o encargala , las hacemos todos los días , pero vuelan!